56 BUKHARA A 4 DE JUNIO DE 2024

 

Ayer terminamos de ver lo que teníamos más alejado de donde estamos en el parking y sólo dejamos el Registan para hoy. Ayer a la noche tuve que levantarme a las 1,20h de la mañana porque había gente al lado de nuestra Jomer gritando y riendo. Al abrir la puerta de la Jomer se sorprendieron y sólo les dije que estábamos durmiendo y que por favor dejasen de gritar. No dijeron nada y se fueron. Pero es que antes sobre las 24h una cuadrilla de gente ya madura y con niños se pusieron a jugar al futbol al lado nuestro. Estaba el parking vacío y es muy pero que muy grande. No me levanté, pero desde dentro de la Jomer pegué unos cuantos gritos y surtió efecto. No lo entiendo, el parking es más grande que el de Mendizorrotza, ¿¿¿estamos en una esquina y todo “cristo” viene a “tocarnos los maíces”???

Después la noche ha sido muy tranquila. No hemos madrugado y mientras desayunábamos nos hemos dado cuenta que hoy nos caduca el seguro que nos hicieron en la frontera no sabemos si se confundieron y en vez de hacerlo de 15 días lo hicieron de 7 días. Hemos buscado en Google y hemos encontrado la dirección.

Después de desayunar y recoger todo hemos ido andando hacia la oficina del seguro que según mapa estaba a poco menos de 1km pero que al final está a 3,8 km.

Pega fuerte el sol, pero aprovechando que hay una gran arboleda es esa zona hemos llegado a la oficina del seguro bastante rápido. Hemos preguntado y enseguida un joven nos ha indicado cual era la ventanilla. Le hemos dado el papel de la frontera y enseguida y sin pedirnos pasaporte ni nada ha comenzado a rellenar el papeleo con los datos que le hemos dado. Al final y antes de pagar hemos mirado que fuese para 15 días y no para 7 como el “listo” de la frontera. Deciros que hay 3 opciones, por 7 días, por 15 días y por años. Nos ha entregado el papel y tenemos seguro hasta el 19 de junio y hemos pagado 11.200 soms, no llega a 1 euro.

Al salir de la oficina hemos visto un cartel que a poco menos de 1,5km tenemos una de las entradas a la ciudad vieja, es la puerta de Samarcanda. Siguiendo la calle dirección norte enseguida hemos encontrado la puerta. Ya no es una puerta como tal, sino que han hecho un pequeño arreglo  para que siga estando en el mismo sitio y la gente pueda visitarla. Toda la muralla que había a su alrededor ha desaparecido y sólo quedan algunas zonas pegadas a la casa.

Al entrar por esa puerta hemos entrado directamente al casco antiguo que ayer ya vimos una parte, pero hoy hemos entrado por el lado contrario.

Hemos buscado qué había para visitar, pero tampoco hay mucha cosa y la mayoría están abandonados o en obras.

Lo primero que hemos visto y nos ha sorprendido mucho ha sido a dos jóvenes con un horno encima de un carro con 4 ruedas de cojinetes ósea transportable que están haciendo Samsas que es un pastel de carne que se cocina en el horno de barro y que se pega a las paredes del horno hasta que se hace. Les hemos pedido permiso y nos han dicho que sí así que les hemos hecho un video y varias fotos. 

El horno se llama Tandur y es un horno tradicional en toda la zona de Asia Central y parte de China (Uigures). Suelen ser de carne de cordero, pero ahora también lo hacen de pollo y de carne picada con queso. Normalmente se hace en el horno, aunque hay gente que los fríe.

Hemos marcado una Mezquita llamada Shohi Akhsi. Al llegar nos hemos quedado un poco sorprendidos ya que aparentemente parece más una casa que una Mezquita y es que en realidad lo que nosotros hemos fotografiado como la entrada verdaderamente es la parte trasera. Hemos dado la vuelta y hemos encontrado la entra que como decía parece más la puerta de una casa-

Al entrar había 3 personas rezando que nos han mirado un poco extrañados ya que parece que no es muy habitual que los turistas circules por aquí. La Mezquita es pequeñita, pero es preciosa y tiene unas pinturas muy bien cuidadas y unas columnas de madera muy bonitas. Hemos dado la vuelta al patio y nos hemos ido.

Hemos llegado a la siguiente Mezquita, pero al abrir la puerta nos hemos dado cuenta que está en obras así que hemos cerrado y nos hemos ido.

Siguiendo la calle hacia arriba y en una de las entradas a otra calle está la Shahar Tagband Bofon Jome Masjidi. Había un grupo de chicas jóvenes que nos han dicho que entrásemos a verla. Al entrar se ve que no es muy grande pero luego por dentro hemos visto que tiene un gran patio y bastante sitio dentro.

Está dividida en dos partes una interior que es una sala de unos 30x30 y otro exterior que son los portales frontales y laterales donde estaban rezando varias personas. Nos miraban extrañados, pero enseguida han saludado poniéndose la mano en el corazón como hacen habitualmente y eso es síntoma de agrado.

Hemos llegado al Registan que es lo último que nos queda del circuito turístico oficial. El exterior ocupa una parcela de muchísimos metros cuadrados, pero cuando hemos entrado nos hemos quedado muy decepcionados ya que sólo hay una Mezquita llamada Juma pequeña que ya no ejerce como mezquita sino como museo y unas salas donde hay diferentes exposiciones desde cuadros hasta animales disecados que no sabemos bien a que vienen en este sitio.

Una de las Salas es la de la Coronación donde se llevaba a cabo la coronación de los Emires. El Museo más bonito ha sido uno dedicado a las formas de vestir de Uzbekistán en la antigüedad y cosas que han encontrado en las distintas excavaciones que han llevado a cabo y que todavía continúan.

Aquí se alojaban los Emires en su visita a Bukhara, pero los últimos ya se quedaban en el Palacio de verano dado el deterioro del Registan.

La gran parte está todavía enterrada y les queda mucho trabajo para dejar a la vista lo que aquí realmente hubo en sus días.

Nos hemos vuelto a “casita” que estamos muy cansados y el calor como en días anteriores es insoportable. Hemos hablado con Luci y nos dice que por allí hace fresquito así que “mandaremos” un poco de calor hacia allí.

Después de comer y descansar un rato nos hemos acordado que cerca de donde estamos hay una cárcel muy famosa por su dureza y crueldad se llamaba Zindon.

 Hay toda una serie de artilugios para torturar a todos los que pasaban por aquí. Había una celda muy famosa que le llamaban la “celda de los bichos” de 65 m de altura y donde se les tiraba a los presos por un agujero hecho en el suelo. 

Era imposible escapar. Hay un Museo con toda clase de artilugios de la época tanto para torturar como los confiscados a los reos para hacer sus “trabajos”. Hemos visto fotografías de presos de la era soviética en éstas celdas.

Mañana será otro día, ondo lo egin, agur.