KARAKÖL A 10
DE MAYO DE 2024
Ayer fue un
día muy emocionante ya que vivimos cosas que nunca habíamos visto en persona.
Los partidos que juegan los kirguisos con caballos tienen mucha fama, pero ayer
fue muy distinto. Todo el mundo nos miraba como preguntándonos que hacíamos
allí. Vamos que aquí no pintáis nada, pero a la vez estaban contentos porque
parece que recuperan los turistas después del golpe del COVID. Ellos “ponen
toda la carne en el asador” porque hemos conocido gente cercana, amigable y amable,
pero es que éstos les superan con creces. En cualquier momento te alargan la
mano para que les des un apretón y se quedan alucinados. Ayer mucha gente tanto
sorprendida como los que no se acercaban a preguntarnos de dónde éramos incluso
un policía de servicio se acercó hasta donde estábamos sentados a preguntarnos,
pero no sólo de donde éramos sino si estábamos bien en los asientos si no nos
llevaba a otro sitio. Le dijimos que estábamos muy bien y se fue. Lo teníamos
enfrenta y de vez en cuando nos hacía un gesto de ok. Hicimos muchas fotos y videos,
pero era un poco lejano todo así que no sabemos cómo se verá.
Hoy después
de desayunar hemos recogido y enseguida hemos puesto dirección a Karaköl. Sabíamos
que no había mucho para ver, pero además queríamos ir a una oficina de Turismo
para ver si lo que teníamos marcado estaba bien.
Antes de llegar a la oficina de turismo nos hemos encontrado con la Catedral de La Santísima Trinidad.
Es la única Iglesia Ortodoxa en activo. Fue construida entre 1894 y 1895 encima de los pocos restos que quedaron de la antigua Iglesia de la Trinidad, pero se reconstruyó en madera con cinco cupulas de color verde. La última reconstrucción tuvo lugar en los años 90cuando los soviéticos la devolvieron otra vez para el culto ortodoxo.
Hemos entrado a la oficina de Turismo y una chica joven nos ha atendido muy amable. Le hemos contado nuestros planes y ella nos ha dicho que estaban bien pero que ella añadía otros dos distintos y que nosotros elegiríamos, Nos hemos quedado con uno nuestro y uno de ella. El primero es ver los Browen Heart que están un poco más abajo del pueblo de Jety Ogüz. Son dos rocas que al estar partidas le dan forma de corazón roto de ahí el nombre. Hay una leyenda que dice que dos hombres querían a la misma mujer y derramaron su sangre encima de dichas rocas.
Enfrente se encuentran los Seven Bulls Rock una formación rocosa que dicen se parecen a siete toros y son un Monumento natural Protegido.
También existe una leyenda que dice que un Khan Kirguís le robó la esposa a otro Khan. Al intentar recuperarla la mató y la sangre de la mujer arrastró a siete toros hasta convertirlos en roca.
El pueblo no es nada atractivo si no sería porque hay un hotel-Spa que trae a muchos rusos de vacaciones. En la entrada del pueblo había dos Yurtas con pastores trashumantes que han trasladado aquí su vivienda recientemente.
El segundo sitio que nos ha dicho ella ha sido la carretera que llega hasta la Mina de Oro de Kumtor que está a mas de 4000mts. Es el octavo yacimiento de oro del mundo, pero no te puedes ni acercar.
Ella nos ha dicho que hay una barrera que algunas veces permiten el paso y otras no. Hubo muchas disputas y enfrentamientos, pero al final la mina sigue en funcionamiento a cambio de mejoras en el medio ambiente y la apertura de un hospital para residentes con cáncer provocado dicen por la mina. Es una de las principales empresas que aportan mucho dinero al gobierno kirguiso. Al principio estuvo en manos de suizos y canadienses, pero ahora mismo es estatal y aporta casi un 12 del PIB del país.
Para subir hay que coger la carretera que va a Barskoon y girar a la izquierda hacia las montañas. Las carreteras son tremendas, pero al llegar a un cruce se ha convertido en un camino de tierra aplastada que estaba en mejores condiciones que con el asfalto. Hemos comenzado a subir y enseguida nos hemos dado cuenta que había que tener cuidado con los camiones que suben y bajan de la mina. La chica de turismo nos ha dicho que el valle es precioso y le damos la razón.
Hemos parado en diferentes sitios y las vistas eran increíbles además el río
sigue al lado de la carretera y lleva mucha agua nos imaginamos que por el
deshielo.
Hemos
llegado a la barrera y un soldado desde el coche nos ha hecho un gesto de que
pasásemos. Nos hemos quedado un poco extrañados, pero ni hemos preguntado.
Hemos comenzado a subir por un camino de tierra por donde bajan y suben unos
enormes camiones que “van a toda pastilla”. La carretera marca un desnivel del
12% y la polvareda es considerable.
La
bajada también ha sido espectacular y hemos vuelto a parar en distintos sitios
para sacar unas cuantas fotos.
Ya eran casi
las 18h y hemos llegado a Tamga donde en la orilla del lago Issyk-köl vamos a
dormir.
Ondo lo
egin.

























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